La contaminación electromagnética con origen en antenas de telefonía, teléfonos móviles, WiFi, torres de alta tensión, centros de transformación, inversores de paneles solares, airpods, smarwatches, teléfonos inalámbricos DECT, uso de bluetooth y en general cualquier aparato eléctrico, está originando cada vez en más personas, hipersensibilidad a los campos electromagnéticos o la patología denominada electrosensibilidad.